sábado, 26 de septiembre de 2015

La Europa Feudal (I)

Como ya os he comentado en clase, teníamos que completar ese periodo de tiempo  que hemos dejado entre la caída del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.) y el Imperio Carolingio (s. IX d.C.). Por eso, a continuación os dejo unos pequeños apuntes para poder completar el tema de la UD 2 "La europa Feudal". También os dejo el texto de Adalberón de Laón.



1. El nacimiento de la Europa feudal.

El Imperio Romano de Occidente termina por desaparecer cuando Odoacro, de la tribu germana de los hérulos, depuso al último emperador de Roma, Rómulo Augustulo, en el año 476d.C. De esta forma, el vacío dejado por el Imperio Romano fue ocupado por reinos germanos independientes entre sí:

Ostrogodos: ocuparon la península italiana y Dalmacia.
Visigodos: se extendieron por el sur de la actual Francia y la Península Ibérica, junto a       Suevos y Alanos.
Francos: ocuparon el norte de la Galia.
Anglosajones: se extendieron por la actual Inglaterra.



Características de los pueblos germánicos:

Estos pueblos estaban en contacto con el Imperio Romano desde hacía mucho tiempo y su cultura se había asimilado a la vida romana.
Se organizaron en monarquías, que al principio fueron electivas y, más tarde, hereditaria, asimilando la moneda y la legislación del desaparecido Imperio Romano.
Utilizaron el latín y el cristianismo se impuso como religión oficial.

Con la desaparición del I. Romano, Europa se volvió más insegura debido a los numerosos saqueos y al abandono de las vías de comunicación. Por este motivo, se fueron abandonando las ciudades que quedaron desabastecidas, de forma que la población pasó a ser rural y la agricultura se convirtió en la actividad económica principal durante los siguientes siglos.

Al mismo tiempo, el Imperio Romano de Oriente (división de Teodosio del año 395 d.C.) y su capital, Constantinopla, lograron resistir el empuje de los pueblos germanos. El emperador Justiniano, revitalizó su imperio y consiguió extenderse por el Mediterráneo. Durante el s. VI este imperio conoció una gran prosperidad económica, se embelleció Constantinopla con construcciones como la de la Basílica de Santa Sofía y se redactó el Código de Justiniano, en el que se recogía el antiguo derecho romano.


Durante cierto tiempo, el emperador de Oriente (basileus) también fue el líder espiritual del cristianismo, pero en el s. XI se produce el conocido como Cisma de Oriente y los cristianos de oriente pasaron a denominarse ortodoxos. Con el paso del tiempo el imperio fue decayendo y fue atacado constantemente por los turcos hasta que fueron derrotados y su capital conquistada en el año 1453.

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“El orden eclesiástico no compone sino un solo cuerpo. En cambio la sociedad está dividida en tres ordenes. Aparte del ya citado, la ley reconoce otras dos condiciones: el noble y el siervo, que no se rigen por la misma ley.
Los nobles son los guerreros, los protectores de las iglesias. Defienden a todo el pueblo, a los grandes lo mismo que a los pequeños y al mismo tiempo se protegen a ellos mismos. La otra clase es la de los siervos. Esta raza de desgraciados no posee nada sin sufrimiento. Provisiones y vestidos son suministrados a todos por ellos, pues los hombres libres no pueden valerse sin ellos. Así pues, la ciudad de Dios, que es tenida como una, en realidad es triple. Unos rezan, otros luchan y otros trabajan. Los tres ordenes viven juntos y no sufrirían una separación. Los servicios de cada uno de estos ordenes permiten los trabajos de los otros dos. Y cada uno a su vez presta apoyo a los demás. Mientras esta ley ha estado en vigor el mundo ha estado en paz”.

Del monje Adalberón en su obra Carmen ad Robertum regem francorum, año 998.

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